Que los dispositivos inteligentes o sensores de Internet de las Cosas (IoT) envíen información directamente a los usuarios, sin pasar por una central mediadora –o con menos frecuencia-, es lo que permitirá el Edge Computing, una de las tecnologías que podría cambiar el orbe a partir del próximo año, anticipó hace unos meses Daniel Newman, analista de Futurum Research y CEO de Broadsuite Media Group.

El Edge Computing es el paso siguiente de Cloud Computing y una herramienta que viene a agrandar el espectro que abarca el Big Data, explica Engels Jugo, Ingeniero del Laboratorio de Supercómputo del Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la Universidad de Chile.

“Esta tecnología se entiende como un modelo en donde toda la información generada en dispositivos inteligentes de IoT es procesada y almacenada directamente en ellos y entrega al usuario resúmenes de datos”, explica el académico.

Una herramienta necesaria, dice, debido a que según estimaciones de la tecnológica Cisco, a 2020 se prevé que habrá 50 mil millones de aparatos conectados a Internet de las Cosas, a los que se podrían sumar otros 30 millones de dispositivos conectados a la red inalámbrica, lo que aumentará de manera exponencial los volúmenes de información que hoy conocemos y que hará más difícil y lento el análisis de datos en los servidores y data centers.

Rodrigo González, presidente ejecutivo de Accenture Chile, comenta que esta tecnología hace el análisis de datos más cerca de las “cosas” que generan la nueva información, por ejemplo, un automóvil, un aparato de monitoreo deportivo, un generador o cualquier maquinaria industrial. De esa forma, genera un “viaje” de información mucho más rápido, con resultados de calidad para los usuarios.

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