El nuevo desafío que enfrenta la comunidad científica es como administrar y codificar la información en tiempo real, para obtener respuestas inmediatas a través de algoritmos matemáticos. Esa es la tarea de la astroinformática, una disciplina nacida para procesar las inmensas cantidades de datos generados por los telescopios. Sus métodos permiten no sólo en entendimiento de lo que pasa en el cielo, sino que también brindan respuestas en campos tan diversos como la medicina, la agricultura y la minería. En este artículo entendemos como Chile se convirtió en uno de los pioneros a nivel mundial de esta ciencia que recién cumple su primera década.